jueves, 22 de diciembre de 2016

Los SUPERESPECIALISTAS. Proximamente en cines

"Los Castellanoleoneses podemos estar tranquilos. SACYL, velando como siempre por nuestra salud, ha decidido salvar a los SUPERESPECIALISTAS del tormento de tener que estudiar para las oposiciones o de la plaga de tener que esperar para conseguir los traslados. Si tu jefe te ha nombrado como un SUPERESPECIALISTA, ya no tienes de que preocuparte, eres de una raza especial. Tu plaza tiene tu nombre y apellidos grabado en fuego. A SACYL pongo por testigo que no volveras a pasar por un proceso selectivo".



Pero ¿Alguién sabe de verdad que es un SUPERESPECIALISTA? ¿Dónde me apunto para ser uno de ellos? ¿Necesito nacer en el planeta Krypton? Pues no. Siento defraudar a los que esperaban encontrar médicos con superpoderes. Todo el discurso de los responsables de SACYL, aunque con parte de razón, unicamente parece querer esconder una nueva forma de micro-corrupción. Y si no ¿Por qué no hacer un censo de superespecialistas? ¿Por qué no crear una definición de lo que es ser superespecilialista? ¿De dónde sale el 20%? ¿Es un número al azar?

Para que me entiendan. La evolución de la medicina en las últimas décadas ha sido vertiginosa y se antoja imposible abarcar ámbitos de la ciencia médica que antes podían ser fácilmente controlables. Por ejemplo, hoy los oncólogos médicos ya no pueden abarcar toda la oncología y deben centrar su actividad en un órgano o sistema o incluso, en los hospitales más complejos, en un tipo único de cáncer. Estos cambios obligan a los profesionales a focalizar su labor en áreas más concretas de sus especialidades. Esta necesidad del sistema no puede ser negada, pero tampoco puede servir para justificar la creación de falsos perfiles de super-especialización cuya utilidad no es la de dar un mejor servicio a la comunidad sino la de blindar plazas a personas con nombres y apellidos concretos en vez de a profesionales con competencias definidas.

Lo que debería de hacer SACYL es crear un sistema flexible, que permitiera que sus profesionales estén en constante actualización y que puedan enfocar su atención a las necesidades cambiantes que precisan nuestros pacientes. Los profesionales que la Gerencia considera como super-especialistas en 2016 estarán desfasados en 2021, pues el avance de la medicina y los cambios de la sociedad transformarán de nuevo nuestra visión de las necesidades de la población. ¿Qué harán con ellos entonces?

Debe abordarse un cambio del modelo de formación. Debe abandonarse el hábito, tan extendido en nuestros servicios, de mandar unos meses “a formarse” en una determinada actividad a los profesionales con las situaciones laborales más precarias, aquellos que tienen recién acabada la residencia o los que  tienen contratos temporales. Con ello se perfilan falsamente plazas que permiten blindar los puestos de trabajo y aseguran la sumisión a sus jefes del profesional recién formado perpetuando la tan negativa endogamia de nuestros servicios. Los servicios deben analizar constantemente las necesidades de la población que atienden para darle respuesta y por ello deben facilitar la formación o “super-especilización” de los profesionales a lo largo de toda su vida profesional. Para ello hay que empezar por aquellos que tienen contratos fijos favoreciendo con ello que las plantillas sean estables en el tiempo y se mantengan en los hospitales, que se desarrolle la carrera profesional y que se estimule a los profesionales de mayor experiencia evitando el “burn-out”, tan frecuente y costoso para el sistema.

Además, esta super-especialización de aquellos con más experiencia frente a las super-especializaciones “a la carrera”, en los últimos meses de la residencia, de los recién terminados no entra en conflicto con nuevas modalidades de gestión, como las Unidades Clínicas de Gestión. Fomentando entre los profesionales la idea de que en cualquier momento de su carrera profesional, y no sólo al principio de ella, podrán “super-especializarse” se ofrece una potente herramienta a los gestores clínicos para estimular a sus profesionales y conseguir dar respuesta a las demandas de los pacientes. 

En resumen. Que SACYL haga sus deberes y forme a su personal y abandone los atajos. ¿Y si a los recien incorporados tras un traslado se les ofrecieran 2-3 meses de formación para "perfilar" o "actualizar" su formación? Como se hace con los cargos directivos cuando abandonan su puesto. Pero claro, es que estos últimos quizás también nacieron en Krypton.

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